Comunidad LGTBIQ en Ecuador reivindica sus derechos con besos

Con un beso simultáneo entre parejas diversas, un grupo de colectivos de la comunidad LGTBIQ reivindicó este martes sus derechos y rechazó cualquier discriminación por razón de género u orientación sexual.

En una céntrica plaza de Guayaquil, estas parejas de gays, lesbianas y transgénero, entre otras identidades, reivindicaron su derecho a mostrarse afecto en público. Sin temor a ser reprendidos o acosados.

Este «Beso Diverso» se llevó a cabo con motivo del día contra la homofobia, transfobia y bifobia, entre otras fobias a las distintas identidades de esta comunidad, que se conmemora este 17 de mayo.

«Yo beso porque es derecho de todos», «Yo beso por defender mis derechos» y «Yo beso por la inclusión laboral trans»; eran algunas de las pancartas que mostraban durante la serie de besos que se dieron estas parejas.

En un comunicado, estas organizaciones, entre ellas la Asociación Silueta X, advirtieron la «violación sistemática» de sus derechos; «en ocasiones justificada y respaldada activamente por las autoridades».

Asimismo, resaltaron que la pandemia de la covid-19 ha acentuado las desigualdades que siempre han enfrentado las personas LGTBIQ, «tradicionalmente estigmatizadas y marginadas».

«Es así que actualmente se nos expone a un riesgo, aún mayor, dentro de nuestros hogares y en la cotidianidad del sistema. El confinamiento y las restricciones de movilidad están limitando el acceso laboral de nuestras poblaciones, quienes en la mayoría de casos, realizamos trabajos informales», denunciaron.

A ello se le suma, de acuerdo con el comunicado, «la falta de atención primaria de salud, el acceso a la educación y, por supuesto, justicia en desigualdad de condiciones».

Estos colectivos hicieron un llamado al Estado ecuatoriano a «ampliar su accionar y garantizar el respeto a las personas sexualmente diversas, víctimas de discriminación, violencia y asesinatos constantemente».

Comunidad LGTBIQ en Quito

En Quito, otros colectivos se concentraron frente a la sede de la Fiscalía General del Estado para exigir justicia contra los excesos y represiones de la Policía hacia integrantes de esta comunidad en décadas pasadas, lo que fue motivo de una denuncia la organización Nueva Coccinelle en 2019.

Esta denuncia lleva tres años sin que se le haya dado trámite, según denunció la presidenta de Nueva Coccinelle, Nebraska Montenegro.

 “Queremos que se nos haga justicia, queremos la reparación para las compañeras sobrevivientes”, enfatizó Montenegro.

Por su parte, Sofía Llerena, asesora legal de la Fundación de Asesoría Regional en Derechos Humanos (Inredh), recordó que en la denuncia «se pidieron medidas de reparación en el ámbito de salud física, psicológica».

También pidieron «medidas de reparación económicas para las víctimas y sobrevivientes de la persecución y violación sistemática de derechos humanos”. EFE