El aporte del sector privado a la conservación del medio ambiente está contemplado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, adoptados por el Pacto Global de las Naciones Unidas en 2015.
La protección del planeta es uno de los temas dentro de los 17 objetivos y, para alcanzarlos, el sector privado debe también tomar acciones, así como los gobiernos y sociedad civil.
En Ecuador, empresas han promovido diversas acciones para reducir o incluso eliminar la contaminación producto de sus actividades.
Para ello, presentan un plan de manejo ambiental, que contiene la hoja de ruta para prevenir y compensar la contaminación o accidentes que afecten al medio ambiente.
Las compañías tienen la obligación de exponer dicho plan para sus actividades, según el Código Orgánico del Ambiente. En este, las organizaciones detallan las acciones de prevención, mitigación, control y compensación de sus operaciones. De esta manera, cumplen con ordenanzas municipales, decretos ejecutivos o acuerdos ministeriales, en función de la actividad que se desempeña.
El plan debe contener las acciones detalladas y el presupuesto que necesita. “Un plan de manejo ambiental exitoso requiere de garantías que respalden su correcta ejecución para que las empresas puedan operar sin riesgos a futuro. Hemos notado cómo el Ministerio del Ambiente y otras dependencias estatales exigen que la empresa adquiera una fianza para ello”, expresa Mónica Rosales, jefe de suscripción de Seguros Confianza.
Con el fin de obtener un plan de manejo ambiental en un tiempo prudente, la vocera de Seguros Confianza explica las fases más importantes a tomar en cuenta:
Aterrizar el plan de manejo ambiental a la actividad que se desarrollará: La elaboración de este plan dependerá de cada actividad. Si una empresa iniciará la construcción de un proyecto, el plan será distinto al de una empresa minera o bananera. Las actividades marcarán los efectos en un territorio o comunidad.
Definir los principales impactos ambientales: Se deben detallar los impactos, tanto positivos como negativos, ya sea en suelo, flora, comunidad o paisajismo. Todos los impactos posibles, incluso los más improbables, deben estar contemplados.
Adquirir una fianza legal: La entidad debe presentar una garantía que respaldará el cumplimiento de todas las actividades del plan de manejo ambiental. La normativa vigente establece que previo a la aprobación del plan ambiental se debe presentar esta garantía. “Esta fianza tiene su aplicación en diversas actividades productivas como lo son fábricas, industrias, estaciones de servicio, empresas petroleras, mineras, entre otras”, afirma Rosales. Para ello garantizar el plan de manejo ambiental, Seguros Confianza utiliza un producto específico llamado “Fianza Legal”. Rosales menciona la importancia del uso de esta figura, puesto que una póliza de cumplimiento de contrato no tendría la misma aplicabilidad porque no hay un contrato de por medio.
Detallar las medidas de prevención y mitigación: Determinar las iniciativas que se tomarán para evitar en lo posible los efectos inmediatos de la operación de la actividad o proyecto.
Control y compensación: Establecer las acciones para reparar los efectos del proyecto. Estas dependerán de cada actividad. Por ejemplo, la siembra de árboles para compensar la tala de árboles o emisiones de carbono; o plantas de tratamiento de aguas residuales para no contaminar ríos o fuentes.
Las instituciones estatales como el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica están siendo más estrictas en cuanto al cumplimiento de la normativa ambiental y la ejecución de los planes de manejo ambiental.
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La convocatoria está abierta hasta el próximo 10 de agosto https://t.co/MCZLvelt61 pic.twitter.com/7lhbF10qCv
— Teleamazonas (@teleamazonasec) July 29, 2022