Las clases de natación para niños no solo previenen el ahogamiento, tienen otros beneficios

Traje de baño, gafas, toalla y ¡al agua! Las clases de natación para niños son populares en las vacaciones escolares, pero sus beneficios van más allá de prevenir el ahogamiento.

La natación es uno de los deportes más completos a nivel físico. Además de desarrollar la coordinación motora, fortalece los músculos y activa los sistemas respiratorio y circulatorio.

Ya que los movimientos en el agua tienen menor impacto en las articulaciones, la natación es ideal para evitar lesiones. Además, los más pequeños pueden empezar a nadar antes de caminar. ¡Punto para el agua!

Hacer ejercicios en el agua también favorece al sistema circulatorio. Al estar en posición horizontal, la sangre puede distribuirse de manera uniforme en todo el cuerpo y reduce el esfuerzo del corazón.

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¡A respirar! Ya que los niños aprenden a respirar de una manera consciente dentro del agua, esto ayuda a que todo el sistema respiratorio se fortalezca. De la mano con un trabajo menos intenso para el corazón, la natación aporta a aumentar la resistencia de los niños y adolescentes.

Pero no es todo. La natación beneficia más que el cuerpo de los pequeños. Al necesitar mover diferentes partes del cuerpo al mismo tiempo, este ejercicio favorece las conexiones neuronales.

La concentración es clave al nadar. ¡Pilas! Esta habilidad es útil también fuera del agua, por ejemplo, al hacer las tareas de la escuela.

Y por supuesto que saber nadar es una habilidad considerada básica en el mundo actual. Tener, al menos, las nociones básicas de la natación ayudará a prevenir un ahogamiento.

Los ahogamientos son una de las principales causas de muerte en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Para lidiar con esa problemática recomiendan fomentar las clases de natación, principalmente en niños de edad escolar.

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