Ciudadanos señalan que existen cambios en la forma en que se hace la disposición final de basura en Durán, a diferencia de años anteriores en que había gran contaminación. Actualmente en el cantón opera un relleno sanitario.
Por años lo que existió en este cantón fue un botadero a cielo abierto, montañas de basura, gallinazos y contaminación que generó miles de quejas. Pero finalmente se realizó el cierre ténico del sitio y se consolidó el nuevo relleno sanitario; donde se recibe la basura de Durán y de otros puntos, como Jujan, Bucay y Cumandá.
El relleno sanitario, que tiene una inversión de 2.5 millones de dólares, cuenta con un bosque seco, canales para lixiviados y su respectivo tratamiento.
La ciudadanía asegura que sí se perciben diferencias con el botadero de basura que existía años atrás. No obstante, los gallinazos todavía persisten y hay desechos sólidos diarios que se remueven y ubican en las celdas correspondientes.
El 52% de este lugar, que tiene tres hectáreas, ya está ocupado. Ante la duda de lo que se realizará con el lugar una vez cubierta su capacidad de almacenamiento, Víctor Proaño, director del relleno sanitario de Durán, indica que puede convertirse en un parque ecológico.