Las autoridades chinas reportaron el lunes un gran aumento en la cifra de muertos de las últimas inundaciones. El gobierno provincial de Henan dijo el lunes que 302 personas habían muerto y 50 seguían desaparecidas.
La gran mayoría de las víctimas estaban en Zhengzhou, la capital de la provincia, donde murieron 292 personas y 47 estaban desaparecidas.
Otras diez personas murieron en tres ciudades más, señalaron las autoridades en una conferencia de prensa en Zhengzhou.
Unas lluvias históricas inundaron la ciudad el 20 de julio y convirtieron las calles en torrentes, además de inundar la red de metro. Videos difundidos en internet mostraban a personas atrapadas en los vagones mientras subía el agua. Catorce personas murieron en las inundaciones del metro.
La cifra anterior de víctimas mortales, anunciada el viernes, era de 99 personas.
Las autoridades señalaron que 189 de las víctimas murieron por inundaciones y aludes de lodo, 54 en derrumbes de casas y 39 en zonas subterráneas como sótanos y garajes, incluidos los fallecidos en la Línea 5 del metro.
En un túnel que se estaba drenando y del que se retiraron 247 vehículos se mantuvo la cifra de seis muertos.
Wang Kai, gobernador de la provincia de Henan, transmitió sus condolencias a las víctimas y sus simpatías a las familias en nombre del comité del Partido Comunista de Henan.
Inundaciones
Las inundaciones alcanzaron su peor momento después de que Zhengzhou recibiera 20 centímetros (8 pulgadas) de lluvia en una hora, a partir de las 16:00 del 20 de julio.
El agua anegó una ciudad ya empapada. Los niños se quedaron atrapados en las escuelas y la gente se quedó varada en sus lugares de trabajo toda la noche.
Los aguaceros se desplazaron al norte en los días siguientes y golpearon a las ciudades de Hebi, Anyang y Xinxiang, también en Henan.
Siete personas murieron y tres estaban desaparecidas en Xinxiang, donde las lluvias históricas dejaron más de 25 centímetros (10 pulgadas) de agua en un espacio de 19 horas. Henan es un condado de interior unos 620 kilómetros (380 millas) al suroeste de Beijing.
Unas 250.000 hectáreas (625.000 acres) de cosechas quedaron destruidas, según las autoridades, que estimaron unas pérdidas de más de 90.000 millones de yuanes (14.000 millones de dólares).
En torno a 1,5 millones de personas fueron evacuadas por las lluvias e inundaciones.
El gobierno central chino ha formado un equipo de investigación para evaluar la respuesta al desastre, enumerar las lecciones aprendidas y exigir responsabilidades a cualquiera culpable de dejación de funciones, según medios chinos.