¿Está desapareciendo el coronavirus? Es la pregunta que muchos, desde científicos a ciudadanos que quieren regresar a las actividades normales, se hacen.
Aunque hay razones para creerlo. Se producen nuevas vacunas de refuerzo para protegernos contra las variantes que circulan ahora. Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos han levantado las recomendaciones de cuarentena y distanciamiento. Más y más gente se quita la mascarilla y regresa a sus actividades prepandemia.
La causa de su extensa duración
Pero los científicos dicen que no. Pronostican que el azote, que ha durado más que la pandemia de influenza de 1918, continuará hacia el futuro.
¿Por qué ha durado tanto tiempo? Una razón es que ha sabido esquivar la inmunidad provocada por la vacunación y la infección.
Investigaciones recientes señalan que la variante ómicron más reciente —la BA.4.6, que provocó el 8% de las infecciones en Estados Unidos la semana pasada— está ganando terreno y parece ser aún más hábil que la BA.5 dominante para evadir el sistema inmunitario.
Los científicos temen que la evolución del virus produzca variantes aún más de temer.
¿Cuánto tiempo persistirá?
El coordinador de la Casa Blanca para el COVID-19, doctor Ashish Jha, dijo que probablemente tendremos al COVID-19 por el resto de nuestras vidas.
Los expertos prevén que algún día se volverá endémico, o sea que aparecerá periódicamente en ciertas zonas de acuerdo con pautas establecidas. Pero sospechan que para eso falta mucho tiempo.
Con todo, vivir con el COVID-19 “no debe ser necesariamente un concepto aterrador o malo”, ya que la gente aprende a combatirlo mejor, dijo Jha en una sesión reciente de preguntas con el senador Bernie Sanders.
“Evidentemente, si levantamos el pie del acelerador —si dejamos de actualizar nuestras vacunas, de elaborar nuevos tratamientos— podríamos sufrir un retroceso”.
Trastornos graves en algunos pacientes
Los expertos dicen que el coronavirus será causando trastornos graves en cierta gente. El COVID-19 Scenario Modeling Hub efectuó algunas proyecciones para el período entre agosto de 2022 y mayo de 2023, suponiendo que habría nuevos refuerzos para brindar mayor protección y se realizaría una campaña de vacunación de refuerzo en el otoño e invierno.
En la hipótesis más pesimista —una nueva variante y refuerzos atrasados— proyectaron 1,3 millones de hospitalizaciones y 181.000 muertes en ese período. En la hipótesis más optimista —sin variante nueva y con refuerzos anticipados_, habría poco más de la mitad de hospitalizaciones y 110.000 muertes.
Eric Topol, jefe del Scripps Research Translational Institute, dijo que probablemente habrá picos repetitivos “hasta que hagamos lo que debemos hacer”, como producir la próxima generación de vacunas y distribuirlas de manera equitativa.
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Topol dijo que el virus “tiene muchas maneras de evadir nuestras estrategias actuales, seguirá encontrando gente, encontrándola nuevamente y autoperpetuándose”.