El embajador de China en Canadá, Cong Peiwu, advirtió este miércoles al Gobierno canadiense de que la concesión de refugio a activistas chinos de Hong Kong amenaza la seguridad de las empresas y los cerca de 300.000 canadienses que se encuentran en la antigua colonia británica.
Cong realizó la advertencia durante una rueda de prensa en Ottawa pocos días después de que se supiese que Canadá ha concedido refugio político a al menos dos activistas prodemocracia de Hong Kong, escenario desde hace meses de multitudinarias protestas contra los intentos de las autoridades de Pekín de limitar su autonomía.
«Demandamos con energía que el lado canadiense no otorgue el llamado asilo político a aquellos violentos criminales de Hong Kong porque es una interferencia en los asuntos domésticos de China y con seguridad envalentonará a esos criminales violentos», declaró Cong.
«Si el lado canadiense realmente está preocupado por la estabilidad y prosperidad de Hong Kong, realmente se preocupa por la salud y seguridad de los 300.000 con pasaportes canadienses que hay en Hong Kong y el gran número de compañías canadienses operando en Hong Kong, debería apoyar los esfuerzos para luchar contra delitos violentos», añadió Cong.
El embajador también advirtió de que Pekín tomará «medidas decididas» si el Parlamento canadiense condena la persecución china de la minoría musulmana en el país, los uigures.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos han denunciado que alrededor de 1,8 millones de uigures, así como otros grupos musulmanes, están siendo detenidos de forma arbitraria y enviados por Pekín a campos de reeducación y trabajos forzados.
Las declaraciones de Cong se producen en un momento en el que las relaciones entre Canadá y China, que el martes cumplieron 50 años desde el establecimiento de lazos diplomáticos, se encuentran en su peor momento por el arresto en Canadá de la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, y la detención en China de dos ciudadanos canadienses.
Meng fue arrestada el 1 de diciembre de 2018 a petición de las autoridades estadounidenses cuando hizo escala en Vancouver.
La empresaria, cuya extradición solicita Washington, está acusada de fraude bancario para violar las sanciones comerciales que Estados Unidos ha impuesto contra Irán, algo que Huawei niega.
En la actualidad, la directora financiera de Huawei, e hija del fundador de la compañía, reside en una de las mansiones que posee en Vancouver a la espera de que los tribunales canadienses decidan sobre la petición de extradición de EE.UU.
Inmediatamente tras el arresto de Meng, China detuvo a dos ciudadanos canadienses, el diplomático en excedencia Michael Kovrig y el empresario Michael Spavor.
Los dos se encuentran en aislamiento en prisiones chinas y sólo reciben de forma ocasional visitas de los representantes consulares canadienses.
Ambos han sido acusados por China del delito capital de «recopilar, proveer y vender secretos de Estado a fuerzas extranjeras». EFE