Científicos de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) descubrieron cepas diferentes del COVID-19 que circula por Ecuador, lo que hace presumir que hubo múltiples incursiones del virus al país, además de mutaciones.
La institución académica informó este jueves de que el análisis genético se realizó con muestras enviadas desde el Hospital General del Sur de Quito, adscrito al Instituto Ecuatoriano de la Seguridad Social (IESS), e incluyó a un paciente contagiado en Guayaquil y a otros dos con contagio comunitario en Quito y miembros de la misma familia con cuadros muy graves de la enfermedad.
Paúl Cárdenas, investigador del Instituto de Microbiología de la USFQ, indicó en un comunicado que existieron por lo menos tres cepas distintas que entraron al país, pero seguramente debe haber muchas más circulando.
«Todas tienen un origen europeo y esto es bastante interesante porque a nivel de Sudamérica se observa que la mayoría de ingresos del virus han sido a partir de cepas que se reportaron en ese continente», destacó Cárdenas en declaraciones a Efe.
La correspondiente al paciente contagiado en Guayaquil tiene origen en Bélgica e Italia, y han sido encontradas variantes en Brasil y Colombia.
En cuanto a los pacientes positivos del grupo comunitario en Quito, su cepa ha sido identificada en España e Italia y con variaciones en Sudamérica como Argentina Brasil y Chile.
El reconocimiento de las cepas ayuda a conocer el lugar en dónde se contagió la persona portadora del virus y proporciona información sobre el círculo de contagio y sus variantes.
«Es importante saber las cepas que están circulando a nivel nacional y regional para que cuando se produzca la vacuna pueda ser efectiva para todas las personas», dijo el investigador.
Aclaró que probablemente las personas vacunadas puedan tener diferentes reacciones de acuerdo a la cepa.
«Vemos que hay familias inmunodeprimidas o incluso hay ancianos que no desarrollan síntomas tan graves y hay otros casos de personas jóvenes con cuadros severos de la enfermedad», abundó.
Los científicos de la USFQ aspiran a identificar entre 200 y 300 cepas en todo Ecuador, misión para la que han alistado el respaldo de varios hospitales del país.
El próximo paso es el análisis genético de los contagios en Babahoyo, en la provincia de Los Ríos, donde se detectó al considerado hasta ahora como «paciente cero», que llegó al país el 14 de febrero y se confirmó que era portador del virus el 29 del mismo mes.
Hasta el momento, los científicos han examinado cuatro cepas: la primera de ellas, de marzo, pertenecía a un turista holandés de 57 años que estuvo hospitalizado en Quito.
El estudio de las cepas iniciado por la USFQ, cuenta con la colaboración de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Eugenio Espejo, del Hospital General del Sur de Quito del IESS y el Departamento de Zoología de la Universidad de Oxford. EFE