Militares revelan que niños de Las Malvinas sufrieron correazos, puñetazos, llaves de lucha y más agresiones

Actualizado 10:36

Redacción Teleamazonas.com |

La segunda reconstrucción de los hechos del caso de Las Malvinas, en Guayaquil, se realizó durante ocho horas. La diligencia corresponde a la investigación por la desaparición forzada y el asesinato de cuatro niños en diciembre de 2024.

La reconstrucción se cumplió entre la noche del domingo 27 y la mañana de este lunes 28 de abril del 2025, ante peritos de Criminalística, agentes de Fiscalía, y abogados de las partes procesales.

Tres puntos en Guayas fueron parte del evento: Durán, el peaje de la vía Durán – Tambo y un sector rural de Taura, en Naranjal. Allí se revelaron nuevos detalles que incriminan a los 16 militares procesados en esta causa.

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La reconstrucción de los hechos evidenciaron los instantes de horror que vivieron Steven Medina, de 11 años, Josué Arroyo, de 14, Saúl Arboleda e Ismael Arroyo, de 15 años. Cuatro de los 16 militares imputados revelaron las múltiples agresiones que sufrieron los cuatro niños antes de su asesinaro. La primera reconstrucción de los hechos se realizó el 16 y 17 de marzo pasados.

Steven, Josué, Saúl e Ismael recibieron correazos, patadas, golpes, puñetazos y pisotadas en el suelo. Además, contra ellos se aplicaron llaves de lucha y sufrieron la detonación de un disparo a pocos centímetros.

El niño y los tres adolescentes de Las Malvinas fueron asesinados después de ser aprehendidos por 16 militares en la avenida 26 de Julio y Ernesto Albán, al sur de Guayaquil, la noche del domingo 8 de diciembre de 2024. Los 16 uniformados participaron en la reconstrucción.

Durante el procedimiento, uno de los militares imputados, acogido a un mecanismo de cooperación eficaz, acusó directamente a un suboficial (un cabo) de lanzar de cabeza a dos de los adolescentes desde el balde de una camioneta, abriéndole la cabeza a uno de ellos.

Según su testimonio, el grupo de militares se movilizaba en dos vehículos, la camioneta identificada como «B» se detuvo en un área de servicio junto al peaje. Allí, el suboficial, según la reconstrucción, habría bajado violentamente a los jóvenes, insultándolos, golpeándolos en la cabeza y el pecho, y arrojándolos nuevamente a la parte trasera del vehículo.

“El cabo los bajó uno por uno, los tiró de la camioneta y a uno le partió la cabeza. Los insultó, los puso de rodillas y los empezó a golpear”, relató el militar, según recoge el portal Primicias.

En la reconstrucción se representó la forma cómo se lanzó cabeza abajo a las víctimas. También cómo fueron tendidas en el piso y cómo el suboficial los golpeaba a puños en la cabeza y en el pecho. Luego el suboficial los tomó de la espalda -del cuello y la pretina- y los tiró de vuelta a la parte trasera de la camioneta. “Uno de ellos se golpeó la cabeza. Tenía partida la cabeza”, dijo el uniformado.

La escena de la reconstrucción avanzó hasta las afueras de Taura, en un camino rural, de tercer orden, sin asfaltar. Cuatro de los militares imputados señalaron el sitio donde presuntamente fueron abandonados los cuatro menores sin ropa, en plena noche.

En el lugar, peritos localizaron prendas de vestir, entre ellas una pantaloneta azul, y restos de ropa vieja o aparentemente quemada, presuntamente pertenecientes a las víctimas. Los involucrados relataron que “liberaron” a las víctimas desnudas y golpeadas, pero con vida.

Un segundo implicado narró que durante el presunto abandono de los chicos en Taura, un oficial disparó al suelo a escasos centímetros del niño de 11 años como forma de intimidación.

“El teniente le pegó en la espalda al más pequeño con una correa. Mientras el cabo le hacía una llave de lucha al mayor de los chicos, lo estaba alzando por la espalda y se cayeron. Como lo hace caer, el cabo le empieza a pegarle patadas”, añadió.

Además contó cómo supuestamente el subteniente comenzó a pisar a los menores en el suelo, mientras prendía el flash de su celular para grabarse. El oficial les ordenó a los niños desnudarse y tiró la ropa tres metros abajo, en los bajos del muro carrozable.

La reconstrucción también permitió detallar el operativo liderado tres días después de la desaparición de los menores por el teniente coronel Juan Francisco I. M. Este fue vinculado al caso en calidad de cómplice el pasado 11 de abril.

Según la investigación, el teniente lideró un operativo que recuperó prendas de los menores entregadas a la Unidad Antiextorsión Unase. Este procedimiento incumplió con la cadena de custodia y de él no se informó a la Fiscalía ni a la Policía.

El abogado Abraham Aguirre, del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH) de Guayaquil y representante de las familias de las víctimas, dijo que los múltiples golpes que sufrieron los niños podrían constituir actos de tortura.

A diferencia de los 16 procesados, que están detenidos, el coronel enfrenta el proceso en libertad. La instrucción fiscal del caso, por el presunto delito de desaparición forzada, concluirá el próximo miércoles 30 de abril.

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