Imagina pasar tu niñez y adolescencia en un lugar que no es tu hogar permanente, lidiando con la falta de tu familia biológica, adaptándote a nuevas personas y circunstancias, y por fin, cuando logras tener algo de estabilidad, cumples 18 años y debes abandonar este lugar.
A este reto enorme se enfrentan decenas de jóvenes cada año, cuando deben abandonar las casas de acogida y la protección del Estado. No hay un proyecto estatal que ofrezca seguimiento a estos chicos y aunque en algunas casas de acogida hay iniciativas que intentan prepararlos para la vida que les espera fuera, no están presentes en todos los casos.
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Por otro lado, hay personas que ofrecen a estos jóvenes un hogar, en el que puedan desarrollarse como seres humanos y profesionales; en el que todos colaboran y en donde el recurso inagotable es el amor. Y no se han quedado ahí; abogan por un proyecto integral que les ofrezca herramientas a nivel educativo y emocional, que les permita ser autónomos, pero tener una red de apoyo que los impulse a alcanzar sus metas y soñar con su futuro.
El domingo 04 de agosto, en Día a Día, exploramos este proyecto para cambiar la vida de los jóvenes después de las casas de acogida, ofreciéndoles un hogar.
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