Miles de niños ecuatorianos nacen cada año con este grupo de enfermedades que se caracterizan por las alteraciones estructurales del corazón.
En algunos casos el diagnóstico se realiza en el vientre, pero en la mayoría de ellos se detecta conforme van creciendo.
Así inicia un camino difícil, que presenta muchos retos a los médicos y especialmente a las familias de estos niños que luchan por recuperar su salud.
Hoy ellos nos cuentan cómo es vivir con una cardiopatía congénita.