Algunos equipos ecuatorianos han dado importancia a sus divisiones menores en los últimos años. Esto ha impulsado una cantera que exporta cada vez más jugadores al extranjero.
El número de «legionarios» ecuatorianos, como son conocidos en el país, ha crecido este 2021 hasta más de 60. Hace apenas unos años estaba alrededor de los 35. La peculiaridad es que los jugadores salen cada vez más jóvenes desde las divisiones inferiores y vendidos por los equipos que los formaron.
El último en ser transferido al exterior fue Moisés Caicedo, cuyos derechos costaron unos USD 6,2 millones al Brighton de la Premier League de Inglaterra. A sus 19 años es visto como una de las promesas del fútbol local. Pero no es el único.
En lo que va de 2021 también han sido trasferidos Jhon Jairo Espinoza al Chicago Fire de la MLS y Angelo Preciado al KRC Genk belga.
[adrotate banner=»36″]
UNA CANTERA EN DESARROLLO
La creciente cantera del fútbol ecuatoriano no se explica únicamente en el plano deportivo, sino también en el psicológico.
Un cambio que surge a través de la formación desde el fútbol base por profesionales que han trabajado la parte mental. Ellos preparar al jugador desde temprana edad bajo principios de alta competitividad para marcar un antes y un después.
Uno de los ejemplos más conocidos es el del Independiente del Valle, campeón de Copa Sudamericana 2019 y de Libertadores Sub-20 un año después. Desde hace años se inspira en La Masía barcelonista como modelo de desarrollo futbolístico… y también de negocio.
Entre los jugadores que salieron del Centro de Alto Rendimiento de Sangolquí están: Moisés Caicedo, Angelo Preciado o Alan Franco, por citar algunos.
Pero se trata del mayor exponente de esta corriente, ya que no todos en Ecuador han aplicado este enfoque a sus formativas. Replicar el modelo implica una alta inversión en las divisiones inferiores, infraestructuras educativas, canchas, gimnasios, transporte, alimentación y aulas. Claro, no todos los equipos hacen estas inversiones.
[adrotate banner=»35″]
LIGA, OTRO QUE MIRA A LOS JÓVENES
Liga de Quito, de cuyas filas salió Pervis Estupiñán a los 18 años, es otro de los ejemplos.
Estupiñán, lateral izquierdo de Villarreal de España, es el jugador ecuatoriano mejor cotizado según Transfermarkt, con unos USD 16,7 millones.
Le siguen el lateral izquierdo Cristian Ramírez (ex Independiente, hoy Krasnodar) con 7,75 millones de dólares; el mediocentro Carlos Gruezo (ex Barcelona y Liga de Quito, hoy FC Augsburgo), con 7,1 millones de dólares; el centrocampista Moisés Caicedo (ex Independiente, hoy Brighton) y Felipe Caicedo (ex Rocafuerte, hoy Lazio), con casi 6 millones de dólares.
Se trata de una cantera modesta a efectos financieros dado que, en su conjunto, suma alrededor de USD 128,84 millones según Transfermarkt.
Esteban Paz, presidente de la Comisión de Fútbol de Liga de Quito, explicó a Efe que, por un lado, su país aún no ha dado el paso para maximizar la exportación y, por el otro, existe algún tipo de problema de adaptación en el jugador ecuatoriano.
«Esto empieza a deteriorar y depreciar a los jugadores ecuatorianos, porque los equipos no los ven muy adaptables. Es complicado para muchos jugadores salir a otro país muy joven y encontrar condiciones adversas», afirmó.
El problema de adaptación se debe a la más alta presión en sus nuevos equipos, producto de una mayor competitividad y expectativa de su traspaso a ligas mayores. EFE
[adrotate banner=»46″]