Se calcula que cada año alrededor de 400 000 niños y adolescentes reciben un diagnóstico de cáncer.
Cuando esta enfermedad llega a un hogar, hay dolor e incertidumbre, pero poco a poco también llega la esperanza.
El 80% de los tumores infantiles se curan.
Cuando son detectados en una fase temprana, es más probable que respondan eficazmente a un tratamiento, lo que aumenta la probabilidad de supervivencia, disminuye el sufrimiento e incluso exige un tratamiento más económico y menos intensivo.
Les contamos esta historia junto a los especialistas y familias que han tenido que luchar contra el cáncer infantil.