El alcalde de la segunda ciudad más grande de Estados Unidos advirtió el domingo que el coronavirus podría extenderse tanto que los hogares deberían prepararse para aislar a un miembro de la familia en casa sin infectar a los demás.
Anticipándose a un auge de casos de COVID-19 que pueda sobrepasar al sistema sanitario esta semana, el alcalde, Eric Garcetti, instó a la gente que da positivo en el nuevo coronavirus a no acudir a los hospitales si no tienen síntomas graves. En su lugar, pidió a los 4 millones de habitantes de la ciudad que meditaran cómo separarse de sus familiares mientras hacían cuarentena en casa.
“No se tomen en serio sólo el distanciamiento social, espero que cada uno de nosotros se tome también en serio el aislamiento”, dijo Garcetti, explicando esa estrategia como la siguiente fase en la lucha contra la pandemia.
El alcalde admitió que la distancia física podría ser difícil de alcanzar para gente que vive en espacios pequeños, y señaló que las autoridades locales preparaban espacios seguros de cuarentena para ellos.
Los californianos vieron cómo las restricciones se endurecían el fin de semana para mantenerles en casa todo lo posible, mientras hospitales y autoridades sanitarias trataban de prepararse para una semana que podría asistir a un aumento drástico de los casos de coronavirus.
Tras un lento inicio, las pruebas de coronavirus entre los 40 millones de habitantes del estado se agilizaron de forma significativa. Las autoridades han advertido que eso aumentará con rapidez las cifras de infectados. El conteo de la Universidad Johns Hopkins del domingo por la tarde ascendía a más de 6.200 casos en California, con al menos 130 muertes.
California reunía respiradores nuevos y arreglaba otros para anticiparse a una escasez de dispositivos en los hospitales en los próximos días. El gobernador, Gavin Newsom, dijo el sábado que el gobierno federal había enviado 170 respiradores estropeados de las reservas nacionales. Ingenieros de Bloom Energy, un fabricante de baterías en San José, trabajaban para reacondicionarlos y enviarlos a hospitales.
La mayoría de los infectados por el nuevo coronavirus sufren síntomas leves o moderados como fiebre y tos, que duran hasta dos o tres semanas. Pero el virus puede matar o causar complicaciones graves como la neumonía en algunas personas, especialmente ancianos y pacientes con problemas médicos previos.
Estados Unidos ha identificado 142.000 casos y 2.400 muertes, según el conteo de la Universidad Johns Hopkins, aunque se cree que la cifra real es considerablemente más alta por la falta de tests y los casos leves que no se han contabilizado.
El principal experto del gobierno en enfermedades infecciosas advirtió el domingo que el brote de coronavirus podría matar de 100.000 a 200.000 estadounidenses, mientras los focos de infección en residencias para mayores y la creciente lista de ciudades afectadas aumentaba la preocupación en todo el país.
El doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, hizo esas declaraciones en CNN, y añadió que millones de estadounidenses podrían infectarse./AP