Nayib Bukele volvió a arremeter contra la labor de las oenegés y organizaciones sociales que se preocupan por la aplicación de los derechos humanos en El Salvador. Durante una reunión del gabinete de seguridad de su gobierno llevada a cabo el pasado sábado 15 de octubre de 2022, el mandatario acusó a los colectivos de defender los derechos de los delincuentes y no de la ‘gente honrada’.
“Si bien nadie duda que los reos tienen derechos humanos, algo que no se ha hecho, que ningún procurador ha hecho antes, es haber defendido los derechos humanos de la gente honrada. Todo el enfoque de Derechos Humanos Internacional o de las oenegés incluso, está enfocado en los derechos de los delincuentes. Pero por qué el enfoque está siempre en los derechos de los delincuentes y a nadie le importan los derechos de la gran mayoría de la gente honrada”, señaló Bukele.
Los Derechos Humanos. pic.twitter.com/MgYhrvItaT
— Nayib Bukele (@nayibbukele) October 16, 2022
Uno de los puntos a tratar en la reunión fue la reelección de la Raquel Caballero, Procuradora para los Derechos Humanos de El Salvador para el periodo 2022-2025. El desempeño de Caballero, según la prensa local, ha sido criticado por varias corrientes políticas por su falta de independencia e imparcialidad, además incluye sanciones por nepotismo.
Bukele se dirigió a la procuradora reelecta y recalcó su posición. “Llevamos 30 años viviendo en zozobra y nadie dijo nada. Pero de repente agarran a los que matan, a los que violan, y de repente hay que ver los derechos humanos de ellos”.
¿Violaciones de DDHH en El Salvador?
Desde 2019, año que ganó las elecciones, el principal compromiso de Bukele ha sido luchar contra las bandas delincuenciales o ‘Maras’ que ha llevado a El Salvador a ser uno de los países más inseguros a nivel mundial. Sus estrategias han recibido múltiples denuncias por violaciones a los derechos humanos.
La última crisis de inseguridad en El Salvador se registró en marzo de 2022, cuando la ola de violencia cobró la vida de más de 80 personas. El gobierno de Bukele le pidió al congreso aprobar un Estado de Excepción con la suspensión de ciertas garantías constitucionales para detener a las personas sin una orden judicial y lo consiguió.
“Son más de 55.000 capturas de supuestos pandilleros. Esta guerra la estamos ganando y vamos a seguir día con día desplegando miles de policías y personal del ejército para seguir capturando a esos terroristas”, dijo el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro.
La mayoría de los detenidos pertenecen a la Mara Salvatrucha (MS-13) y a la Barrio 18, las mayores pandillas del país, dice la versión oficial. Sin embargo, organismos humanitarios denuncian capturas cuestionadas por parte de la policía salvadoreña, violando los derechos humanos.
Ante estos señalamientos, Bukele prometió abrir las cárceles y transparentar los operativos policiales para que la nueva procuradora revise la legitimidad de los procedimientos. La medida busca responder a quienes lo critican por presuntamente violar los derechos humanos de los detenidos.
Con información de | El Espectador/El Tiempo