Brasil, Colombia y Bolivia viven la algarabia del Carnaval

Carnaval de Brasil

Este carnaval es conocido a nivel mundial por su gran colorido e impresionantes desfiles llenos de color y algarabía que la colocan como la mayor fiesta pagana del mundo, la fiesta de la samba y del derroche de sensualidad.

En el Carnaval de Sao Paulo más de 30 escuelas de samba paraticiparon en este evento, donde  con exuberantes colores y atractivas historias contadas por la cultura de sus comunidades cautivaron a los asistentes.

Las autoridades autorizaron 678 desfiles, 188 más que los realizados en la edición de 2019. Este año el carnaval se llevará a cabo en 32 subprefecturas paulistas y tendrá una asistencia de 15 millones de personas.

Una de las novedades y quizás lo que más llamó la atención de los asistentes fue la presencia de una tropa de ángeles que combaten el acoso sexual durante el carnaval. Las mujeres llevaban una pegatina con el lema «mi cuerpo, mis reglas» y paseaban vigilantes entre la multitud.

Carnaval de Barranquilla

Este Carnaval fue declarado por la Unesco Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad y cada año recibe a más de dos millones y medio de personas entre turistas locales y extranjeros.

Este sábado, el Carnaval de Barranquilla inició con la tradicional Batalla de Flores, el desfile del Rey Momo y el Carnaval de la 44, en los que miles de personas disfrutaron de carrozas, grupos folclóricos, comparsas con disfraces tradicionales inspirados en hechos de la actualidad.

Uno de las presentaciones que más impactó fue en la vía 40 de la ciudad, donde un grupo de personas disfrazadas de «turistas» eran perseguidos por enfermeros para que no se acercaran al público haciendo alusión al «coronavirus».

Además, en el carnaval también representaron al Papa Francisco que, desde su «papamóvil» y acompañado por más de 50 monjas bailando música tropical, causó mucha diversión a los asitentes.

La reina del Carnaval, Isabella Chams junto a reinas populares, modelos, actrices y cantantes fueron aplaudidos al desfilar en cada una de los carros alegóricos que llevaban nombres sugestivos, como «Ciudad Marimonda», «Ruta Picotera», «Macchina Venecia», «Flow Puloy», «Suéltate Gorila», «Poesía Real» y «La Pachanguera».

En la Batalla de Flores estuvieron presentes los cubanos Gente de Zona y el colombiano Carlos Vives, quienes al terminar el desfile, frente de la cárcel Modelo, hicieron un homenaje a las personas privadas de la libertad. Los reclusos aportados en las ventanas disfrutaron de un miniconcierto de los artistas.

Finalmente, en el desfile del Rey Momo los ritmos tradicionales y una gran cantidad de disfraces de superhéroes y personajes mostraron un derroche de creatividad y coloridos diseños.

Carnaval de Bolivia

El Carnaval de Oruro es considerado la fiesta mayor del folclore boliviano y fue declarado en 2001 Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la Unesco.

Cientos de personas con con trajes de diablo se tomaron este sábado las principales calles de la ciudad de Oruro para participar en el desfile folclórico que da inicio a las celebraciones del carnaval en Bolivia.

La danza estrella del Carnaval de Oruro es la Diablada, cuyos bailarines escenifican la eterna lucha entre el bien y el mal, representados por el arcángel San Miguel y Lucifer.

Por medio de una coreografía que incluye enérgicos saltos, diablos y ángeles llegan bailando hasta el Santuario del Socavón, donde terminan su recorrido de rodillas a los pies de la Virgen del Socavón (Candelaria), y donde se despojan de sus caretas.

Alrededor de 35.000 bailarines, integrantes de 35 conjuntos y 5.000 músicos de bandas de bronce participan en este desfile que tiene un recorrido de 4 kilómetros.

A diferencia de otros años, la presidenta transitoria, Jeanine Áñez, no asistió al acontecimiento para atender las emergencias provocadas por la temporada de lluvias y los brotes de dengue surgidos en el oriente boliviano.

Aunque el Carnaval de Oruro es el más reconocido, las celebraciones de carnaval se extienden por toda Bolivia en estos días, con desfiles folclóricos y fiestas en las nueve regiones del país.