La Marina de Brasil activó este viernes la Base de Submarinos da Ilha da Madeira, la base naval más moderna del gigante suramericano.
La base acogerá los cinco submarinos que el país está construyendo, incluyendo uno de propulsión nuclear.
La unidad fue activada mediante una ceremonia en el Complejo Naval de Itaguaí, la instalación militar en la zona oeste de Río de Janeiro.
Aquí ya operan la Unidad de Fabricación de Estructuras Metálicas, el astillero, el elevador de submarinos y la propia base naval.
Base de submarinos
La nueva base naval forma parte del Programa de Desarrollo de Submarinos (Prosub).
Este, uno de los más ambiciosos programas militares del país y que es fruto de un acuerdo de cooperación militar y de transferencia de tecnología que Brasil y Francia firmaron en 2008.
El contrato para construir en el país cuatro submarinos convencionales y uno de propulsión nuclear.
«El Prosub le permitirá a la Marina disponer de una fuerza naval de envergadura por su capacidad para proyectar, construir y mantener en el país modernos submarinos», afirmó el almirante de escuadra Alipio Jorge Rodrigues da Silva, comandante de Operaciones Navales de la Marina, en la ceremonia de activación de la base.
«Con las construcciones iniciadas en 2014 y otras en marcha, esta base le ofrecerá a la fuerza de submarinos de Brasil capacidad operacional plena a fin de que pueda contribuir a la defensa de la patria y de la Amazonía Azul», agregó el oficial en referencia a la zona económica exclusiva de Brasil en el océano Atlántico.
La base servirá de muelle
Según la Marina, la base servirá de muelle y lugar de mantenimiento de los submarinos pero también ofrecerá apoyo logístico a las operaciones militares.
El comandante de la Marina, almirante de escuadra Ilques Barbosa, afirmó que la nueva base tiene una dimensión estratégica importante.
Concentrará «la fuerza máxima de disuasión de nuestro país, que serán los submarinos convencionales y el submarino nuclear, pero también modernas fragatas y otros medios de apoyo al fortalecimiento de la soberanía del país».
En diciembre de 2018 la Marina botó al mar el Riachuelo, el primero de los cinco submarinos que construye en el complejo y que sigue en fase de pruebas.
El sumergible de 72 metros de longitud y capacidad para mantener a 35 tripulantes durante 70 días a unos 300 metros de profundidad.
La segunda unidad, el Humaitá, ya fue concluida y presentada oficialmente en una ceremonia a la que acudió el presidente brasileño, el líder ultraderechista Jair Bolsonaro, pero sólo será botado al mar en diciembre próximo.
La previsión es que el astillero entregue en 2022 la tercera unidad, el Tonelero, y en 2023 la última convencional, el Angostura.
Submarino nuclear
Los cuatro submarinos convencionales proyectados tienen como modelo el Scorpene francés, que es ligeramente inferior (66,4 metros), y cuentan con propulsión diesel-eléctrica.
El Prosub es fruto del contrato de transferencia de tecnología y cooperación militar por 6.700 millones de euros.
Brasil firmó en 2009 con los astilleros franceses DCNS, controlados por el Estado.
El acuerdo con Francia permitió no sólo la transferencia de tecnología militar sino también la nacionalización de los equipos para el montaje de los submarinos y la capacitación de personal.
Mire también
Se elevan las tensiones entre China y EEUU https://t.co/0v0nYZPGmj
— Teleamazonas (@teleamazonasec) July 17, 2020
La transferencia de tecnología se limitó al proyecto y la construcción de los submarinos y de la infraestructura industrial pero no al desarrollo del propulsor nuclear, ya que Brasil cuenta con tecnología propia.
La previsión es que todo el proyecto concluya en 2029, cuando el submarino nuclear sea botado y Brasil pase a formar parte del exclusivo grupo que domina la tecnología de la propulsión nuclear para submarinos, del que sólo forman parte China, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Rusia e India.
EFE