La Policía Federal brasileña registró este viernes las casas de tres supuestos miembros de una banda especializada en crímenes cibernéticos. Estos habrían accedido ilegalmente a datos personales de unos 200.000 funcionarios y autoridades, entre ellos el presidente Jair Bolsonaro.
El grupo es investigado desde mayo pasado luego de la filtración de datos personales del jefe de Estado y de sus familiares. La filtración incluyó resultados de algunos de los exámenes médicos a los que se sometió el mandatario.
La «organización criminal hacker» se especializaba en invadir los sistemas informáticos de organismos públicos, informó la Policía Federal en un comunicado.
Las investigaciones establecieron que los ataques cibernéticos, que revelaron datos de Bolsonaro, se realizaron desde equipos instalados en tres residencias.
Dos menores de 20 años entre los detenidos
Los agentes de la Policía Federal retiraron computadores, teléfonos celulares, memorias, discos duros y otros equipos informáticos.
En uno de los allanamientos se identificó un adolescente de 17 años que se había especializado en ataques cibernéticos.
Igualmente fueron blanco de la operación la residencia de un joven de 19 años en Nova Bassano, municipio de Río Grande do Sul.
Según las autoridades, los integrantes del grupo hacker investigado obtuvieron y expusieron de forma ilícita los datos personales de al menos 200.000 funcionarios. Buscaban «intimidar y humillar tanto a las instituciones como a las víctimas que tuvieron sus datos e intimidad expuestos».
La banda consiguió invadir los sistemas informáticos de decenas de universidades, alcaldías y concejos municipales, así como de un Gobierno regional y otros órganos públicos.
Los investigadores calculan que 90 instituciones recibieron los ataques tan sólo en el estado de Río Grande do Sul.
La Policía Federal dijo estar concentrada en la investigación de los crímenes de invasión de dispositivo informático, estafa, asociación para delinquir y corrupción de menores.
Sin embargo, admitió haber encontrado también indicios de la práctica de otros crímenes cibernéticos como compras fraudulentas por internet y fraudes bancarios.