Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, participó en un evento evangélico en la ciudad de Anáplis, localidad cercana a Brasilia, en el qe habló sobre los casos de COVID-19.
Bolsonaro insinuó que Brasil podría ser el país con menor número de muertes por millón de habitantes y responsabilizó a los gobernantes de estados ya los alcaldes de «inflar» las cifras, supuestamente, con el objetivo de obtener más recursos económicos desde el gobierno central.
Según el portal de noticias RT, » El mandatario se respaldó en un supuesto documento del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU). El tema no es nuevo. Esta misma semana, Bolsonaro ya dijo que, según un informe del TCU, el número de muertes por covid-19 era en realidad un 50 % menor. Sin embargo, el organismo publicó un desmentido sobre estas declaraciones».
Además Bolsonaro defendió un método que no está aprobado por la ciencia médica para el tratamiento del COVID-19 y cuestionó la eficacia de las vacunas desarrolladas por los centros científicos más grandes del mundo.
«Yo me pregunto: ¿La vacuna ha sido comprobada científicamente o está en estado de experimentación todavía? Está en estado de experimentación», afirmó el Presidente de Brasil.
Varios sectores de la comunicación criticaron lo dicho por Bolsonaro y lo calificaron como desinformación y recordaron que las vacunas que se están administrando en Brasil recibieron la aprobación de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria y que tienen el visto bueno en cuanto a seguridad, eficacia y calidad.