Avalancha por el primer trago de cerveza en zona de aficionados oficial de Catar

Una nube de elásticas de Argentina, Túnez o México se precipitan como en la salida de los 100 metros lisos: para los miles de personas que hacen cola desde una hora atrás ha llegado el momento de comprar la primera cerveza «oficial» del Mundial-2022.

La víspera del partido inaugural entre Catar y Ecuador, la zona de aficionados de la FIFA abrió sus puertas el sábado 19 de noviembre poco después de las 16h00 locales. Tres horas más tarde, los tenderetes de Budweiser abrían en el parque Al Bidda de Doha.

No venden cerveza en los alrededores de los estadios

Un día después de la decisión de los organizadores de no vender más cervezas alrededor de los estadios sino únicamente en las zonas de aficionados, el momento era esperado por numerosos aficionados pero también por un gran número de medios que acudieron a inmortalizar ese primer trago.

Encontrado un poco antes, Greg Krawiec, de 31 años, estadounidense aficionado de Polonia, había prometido a la AFP que estaría entre los primeros delante de las carpas rojas de la cervecera estadounidense. Cumplió su palabra.

«Se parte el alma un poco porque me gusta beber una cerveza cuando miro el deporte pero eso no va a restar interés al torneo», añadía bajo su peluca roja y blanca.

«Queremos que el Mundial sea festivo y la cerveza ayuda a divertirse, pero hay que adaptarse», opina Alan Sánchez, de 30 años, luciendo un sombrero mexicano.

Juan Álvarez, por su parte, muestras sus dotes de equilibrista portando doce cervezas compradas a 50 riyales cataríes (13 dólares) cada una; un precio similar a los practicados en los hoteles internacionales y más elevado que el evocado en un primer momento por los organizadores.

‘Cuatro cervezas mejor que una’

«Yo voy a beber al menos tres», anuncia el mexicano de 37 años, con un ojo en el espectáculo pirotécnico que se divisa no muy lejos de allí. «Los fuegos artificiales y los láseres están genial, ¡pero no un Mundial sin cerveza!»

Como la mayoría de los aficionados al fútbol llegados del extranjero, la estadounidense Katherine Castellanos, de 30 años, acepta las restricciones impuestas por las autoridades de Catar, emirato musulmán conservador.

Esta aficionada de Ecuador señala sin embargo un efecto perverso: «cuando llegas delante de los ‘stands’, comprar cuatro cervezas en lugar de una».

Y se va a unirse a la multitud de 40.000 personas, residentes en Catar llegados en familia y visitantes en su mayoría latinoamericanos.

Maluma en concierto

En el programa del resto de la tarde, la inauguración oficial de la fan zone por el presidente de la FIFA Gianni Infantino, convertido en animador del público, y después un concierto del cantante colombiano Maluma.

Con los DJ Diplo y Calvin Harris, el grupo Clean Bandit, o el cantante de rap Gims, que interpreta uno de los himnos del Mundial, además del propio Maluma, figuran en el menú musical durante el Mundial.

Varias zonas de aficionados privadas, muchas de las cuales venderán alcohol sin restricciones, están asimismo diseminadas por toda Doha. Los organizadores del Mundial prometen «90 eventos especiales» hasta la final del 18 de diciembre.

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