En nuestro país es muy común la administración, sin prescripción médica, de todo tipo de remedios, pastillas, cremas y cualquier solución para las distintas dolencias y por supuesto la piel no es la excepción.
Un consejo de alguien cercano o lo que leímos por ahí hace que nos apliquemos productos que muchas veces en lugar de ayudarnos pueden complicar aún más las molestias.
Los especialistas nos explican por qué debemos evitar la automedicación dermatológica.