Corea del Sur confirmó el viernes 100 nuevos casos de un coronavirus, elevando el total en el país a 204 _ muchos de ellos en las inmediaciones de una ciudad del sureste _ y el temor a que el brote pueda estar fuera de control.
En la capital, Seúl, las autoridades prohibieron los mítines en las principales zonas del centro de la ciudad y cerraron un gran parque para evitar concentraciones de gente donde podría propagarse el virus. Operarios equipados con trajes de protección rociaron desinfectante en el metro.
La mayoría de los nuevos casos comenzaron a reportarse desde el miércoles. El repunte, especialmente dentro y en los alrededores de Daegu, planteó dudas sobre si el brote puede colapsar el sistema médico de la región. Muchos de ellos están relacionados con una iglesia de la ciudad.
Además, se confirmaron los dos primeros contagios del dentro del ejército surcoreano, que cuenta con 600.000 miembros. Los pacientes son un marino y un oficial del ejército que habían visitado Daegu recientemente.
El gobierno central concentrará su ayuda en la región suroriental para aliviar la escasez de camas para enfermos, personal médico y equipos, explicó el primer ministro, Chung Se-kyun, en un discurso televisado.
“A un mes del inicio del brote (de COVID-19), hemos entrado en una fase de emergencia”, afirmó Chung. “Nuestras labores hasta ahora se habían enfocado en impedir que la enfermedad ingresara al país. Pero ahora cambiaremos el enfoque para evitar que la enfermedad se propague en las comunidades locales”.
El aluvión de contagios en Daegu y varios casos registrados en Seúl sin un origen claro obligaron a funcionarios gubernamentales a reconocer el jueves por primera vez que el virus estaba circulando entre la población local.
Los primeros casos de la enfermedad en Corea del Sur se habían conectado con China, donde el COVID-19 ha afectado a más de 75.000 personas y causó más de 2.000 muertos. Corea del Sur reportó el jueves su primera víctima por el coronavirus, una de las 11 ocurridas fuera del territorio continental chino.
El alcalde de Daegu, Kwon Young-jin, pidió el jueves a los 2,5 millones de habitantes de la ciudad que se queden en sus casas y lleven máscaras incluso en el interior si es posible.
Autoridades en la isla de Jeju señalaron que un marino de 22 años con base en la isla dio positivo por el virus el viernes, días después de visitar Daegu durante sus vacaciones. El hombre está hospitalizado en un centro civil y es el primer paciente en la isla y en las Fuerzas Armadas.
Más tarde el viernes, el gobernador de la provincia de Chungcheong Norte, Lee Si-jong, dijo a reporteros que un soldado de 31 años también estaba aquejado de COVID-19. Según Lee, el militar fue trasladado a un hospital del ejército y su estado era relativamente estable. El paciente también había estado en Daegu recientemente, según medios surcoreano.
La mayor parte de los nuevos casos registrados en la región suroriental están ligados a una iglesia en Daegu.
La iglesia de Shincheonji, que dice tener 200.000 seguidores en Corea del Sur, anunció que cerró sus 74 santuarios en todo el país y pidió a sus seguidores que siguiesen sus servicios por YouTube. Las autoridades sanitarias estaban desinfectando su centro en Daegu y contactando con el entorno de la primera infectado, agregó en un comunicado. La iglesia tiene unos 8.000 seguidores.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud indicó que el repunte de pacientes en Corea del Sur no es señal de que haya aumentado el riesgo de una pandemia mundial. Los nuevos casos están vinculados en su mayor parte a racimos conocidos de infecciones, y las autoridades surcoreanas los están monitoreando con mucha atención, explicó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
“El número de casos es realmente manejable, y espero que Corea del Sur haga todo lo necesario para contener este brote en esta etapa temprana”, afirmó./ AP