Asia se despide de Catar en medio de un futuro lleno de expectativas

La Confederación de fútbol de Asia (AFC) despidió a todas sus selecciones representantes en Catar 2022 en medio de altas expectativas a futuro.

Si bien es cierto el sentimiento de todavía estar por debajo de las grandes potencias sigue latente, también hay una base para un futuro prometedor.

Así, las selecciones asiáticas han protagonizado buena parte de las sorpresas en Catar 2022. Japón, Corea del Sur y Australia (compite en la AFC hace dieciséis años), llegaron a octavos. Y en la fase de grupos, Arabia Saudita dio la primera campanada del torneo al vencer a Argentina, al tiempo que Irán superó a la Gales de Gareth Bale. Saudíes e iraníes no estuvieron nada lejos de superar la fase de grupos.

Australia, Japón y Corea del Sur

Los ‘Socceroos’, que se ganaron un puesto en el Mundial a costa de Perú en la repesca intercontinental, sobrevivieron a costa de Dinamarca. Y en octavos le pusieron las cosas difíciles a la Argentina de Messi. Una parada de Emiliano Martínez en la prolongación al joven Garang Kuol evitó la prórroga.

Japón ha dado un máster en disciplina, concentración, seriedad y hasta de osadía, pero volvió a chocar con el muro de octavos. La escuadra de Hajime Moriyasu ganó su grupo al imponerse a dos campeonas del mundo como Alemania y España tras sendas remontadas.

No conforme con ello, en octavos, ante la vigente subcampeona mundial, Croacia, llegaron a forzar la tanda de penaltis. Claro está, el partido y la prórroga resultaron intensos. Pero desde los 11 pasos surgió el meta balcánico, Dominik Livakovic, para dilapidar las ilusiones niponas con tres lanzamientos detenidos.

Moriyasu expresó el tremendo orgullo que sentía por la actuación de sus jugadores en este Mundial. Yuto Nagatomo, importante en la plantilla japonesa, aseguró que sentía que el fútbol de su país estaba creciendo.

Corea del Sur se rebeló también en su grupo clasificatorio. La victoria en la última jornada ante Portugal le abrió las puertas de los octavos. El equipo, que hasta el lunes dirigía Paulo Bento, soñó con emular a aquella selección sorpresa del Mundial de 2002 cuando alcanzó las semifinales.

Los surcoreanos, capitaneados por Son Heung-min, se toparon con la poderosa Brasil y poco pudieron hacer.

El futuro de Asia

El Mundial 2026 ya aparece en el horizonte para las selecciones asiáticas, que se tendrán que ganar la plaza en la larga y habitual fase de clasificación. Pero antes, ya el próximo año y de nuevo en Catar, encararán la Copa de Asia 2023, donde competirán 24 equipos.

Catar, que no pudo puntuar en su primera presencia en una cita mundialista, tratará de defender el título obtenido en 2019 en Emiratos Árabes al derrotar en la final a Japón. EFE

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