Con 137 legisladores conectados de manera virtual, la Asamblea Nacional del Ecuador reinstaló la sesión 782 para continuar con el debate.
En esta sesión se debe resolver sobre el pedido de destitución del Presidente de la República, Guillermo Lasso.
Esta sesión se da en medio de denuncia de intento de golpe de Estado, atizada por violentas manifestaciones indígenas.
La sesión se instaló el sábado, y en ella expusieron sus puntos de vista varios asambleístas. En ella, el secretario jurídico de la Presidencia, Fabián Pozo, leyó un documento a nombre del jefe de Estado. Afirmó que la solicitud presentada por legisladores afines al correísmo es una «absoluta irresponsabilidad».
La exposición de posturas continuó el domingo y posteriormente fue suspendida hasta este martes.
La petición de la destitución se presentó bajo la causal de grave conmoción interna debido a las manifestaciones indígenas.
La bancada de UNES, afín al correísmo, invocó el numeral 2 del artículo 130 de la Constitución, sobre la posibilidad de destitución: en caso de «grave crisis política y conmoción interna».
Los 47 asambleístas correístas «buscan desestabilizar la democracia», dijo Pozo.
Situación similar afirmó el canciller Juan Carlos Holguín en entrevista con 24 Horas. Juan Carlos Holguín analiza las jornadas de manifestación.
Diálogos para finalizar las manifestaciones
A la par de esta sesión, Gobierno y el frente indígena han protagonizado horas de tensión en jornadas de diálogo que iniciaron el lunes en la tarde.
Estos diálogos debían continuar este martes. Sin embargo, el ataque a un convoy de militares, por parte de un grupo indígena en el oriente ecuatoriano, frenó la conversación.
Dentro de este marco de confrontaciones también se ha denunciado las amenazas en contra de legisladores para que voten por la destitución.
Debate en la Asamblea Nacional
El Parlamento requiere una mayoría de dos tercios, equivalente a 92 de los 137 asambleístas, para confirmar la destitución.
El asambleísta Marlon Cadena, de la Izquierda Democrática (ID), partido opositor pero contrario a la destitución, rechazó la violencia desatada en las manifestaciones.
Apuntó que no tienen compromiso con ningún gobierno; pero aseguró que tampoco apoyarán a «quienes manosean la protesta justa y que pretenden ser indigenistas, defensores de los luchadores sociales y defensores de la naturaleza a conveniencia».
De su lado, el legislador Esteban Torres, del Partido Social Cristiano, que también se opone a la destitución, comentó que no se decide si se queda o se va un mandatario sino que «está en juego la institucionalidad, el orden público y el respeto al derecho de los ecuatorianos».
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