El David de Miguel Ángel es una de las obras de arte más reconocidas por los habitantes del mundo y en ese mismo nivel admiradas por la exactitud con la que está construida.
Una de las principales atracciones en la feria mundial que se celebra en Dubái es una estatua hecha de polvo de mármol que ha causado tanto asombro como la original hace más de 500 años.
En el pabellón de Italia, una réplica en 3D del David de Miguel Ángel se erige con la mirada intensa y desafiante. Para la mayoría de los visitantes, sin embargo, la cabeza es todo lo que verán; sólo los VIP con acceso especial podrán ver la estatua completa mientras se exhibe durante los próximos seis meses en la Expo 2020 de Dubái.
El David original está desnudo y algunos visitantes consideran que su vista limitada es una forma de censura. Otros dicen que se trata de una forma de expresión artística.
“No es casualidad que David no pueda verse de arriba abajo, como suele ser, pero lleva a la gente a mirarle a la cara”, dijo David Rampello, director de arte del pabellón italiano.
Un historiador de arte en Roma dijo que elegir quién puede ver la estatua en su totalidad y quién no crea una jerarquía.
“Lo que los ricos, los grandes y los buenos pueden ver y lo que la gente común puede ver no deberían ser dos cosas diferentes”, dijo el profesor Paul Gwynne, quien enseña estudios medievales y renacentistas en la Universidad Americana de Roma.
Un equipo de expertos italianos necesitó 40 horas de escaneo digital para crear la réplica, hecha con lo que los organizadores describieron como una de las impresoras 3D más grandes del mundo. Los artistas usaron filamentos de material plástico reciclado, y luego una mezcla de resinas y polvo de mármol para crearlo.
En su casa en la Galleria dell’Accademia de Florencia desde 1873, el David original atrae a espectadores hasta el día de hoy. La maestría de Miguel Ángel y su pasión por la anatomía humana, desde los músculos contraídos del abdomen de David hasta la flexión de los músculos del muslo derecho, hacen que esta imponente obra sea inolvidable.
En Dubái, esos detalles se pierden. David se encuentra en el centro de un estrecho eje octogonal, presentado del pecho para arriba y rodeado de réplicas de columnas romanas. Los visitantes en el área pública pueden ver partes del torso de David si se inclinan sobre una barandilla.
El resto de su cuerpo se encuentra dentro de una división transparente en un piso separado. Sus genitales y nalgas están entre los dos pisos, aunque completamente visibles si un espectador se para cerca de la partición y mira hacia arriba.
Esa posición provocó la ira de un reportero de La Repubblica que escribió sobre la inauguración de la Expo.
“¿Por qué no puedes ver todo el cuerpo del héroe bíblico, porque solo ves la cabeza, los ojos magnéticos mirándote en silencio? ¿Y dónde está el resto?”, escribió en un artículo del diario en el que se refirió en un momento a la “decapitación” de David.
La desnudez de David ha sido parte de un debate de siglos sobre el arte que traspasa los límites y las reglas de la censura. En la década de 1500, hojas de higuera de metal cubrían los genitales de estatuas como David cuando la Iglesia Católica Romana consideraba los desnudos impúdicos y obscenos.
La desnudez incluso choca con las costumbres de la era moderna. La controversia estalló en 2016 cuando los funcionarios erigieron paneles de madera para proteger estatuas desnudas en los Museos Capitolinos de Roma durante una visita del entonces presidente de Irán, Hassan Rouhani. Eso incitó a algunos políticos a acusar al gobierno de ceder a la “sumisión cultural”, aunque el propio Rouhani agradeció a los italianos por ser “gente muy hospitalaria” cuando le preguntaron sobre el gesto.
En los Emiratos Árabes Unidos, pueden verse algunas obras de arte desnudas en el Louvre Abu Dhabi, aunque el museo presenta en gran medida piezas más conservadoras.
La visitante de la Expo Calli Schmitz, de Alemania, dijo que no creía que la forma en que se exhibió la réplica en la Expo le hiciera mucha justicia.
“Creo que no estuvo tan expuesto como debería haber estado”, dijo. “Creo que debido al oro en todas partes, la gente realmente no se dio cuenta de que era la estatua de David”.
El visitante italiano Ricardo Mantarano lo vio desde otro punto de vista.
“Es una manera diferente de abordar la misma escultura y ponerla en otra perspectiva”, dijo.
Pero Dinara Aksyanova, una visitante de 31 años de Moscú, no fue tan indulgente.
“¿Por qué sólo la mitad? No tiene sentido”, dijo. “La parte más interesante está abajo”.