Así despide Argentina al papa Francisco, el primer Latinoamericano a la cabeza de la Iglesia

Actualizado 21:45

Buenos Aires, AFP |

Del amanecer al anochecer, los argentinos rindieron tributo este lunes 21 de abril de 2025 a su compatriota el papa Francisco, en la catedral donde fue arzobispo antes de irse para siempre de Argentina y en la iglesia del barrio que lo vio crecer.

La Basílica de Flores, el vecindario natal de Jorge Bergoglio en el oeste de Buenos Aires, estaba atiborrada la noche del lunes de personas que llegaban después de su jornada laboral, algunos con los niños en uniforme escolar y muchos con un mate y un termo bajo el brazo.

Llegaban, con ojos llorosos, a una de las numerosas misas que celebraron los argentinos por el papa argentino, fallecido en la madrugada en Roma por un ictus a sus 88 años.

«Si hay algo que hizo el Papa Francisco a lo largo de sus 12 años de pontificado fue no tapar los problemas, sino al contrario, ponerlos sobre la mesa», dijo el arzobispo Jorge García Cuerva en su sermón, al enumerar temas que preocupaban a Francisco como la ecología, la exclusión, la guerra, el tráfico de armas y la reforma en la propia Iglesia.

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La homilía tenía lugar en Flores, el barrio de clase media que vio nacer al papa y en cuya basílica el joven Bergoglio sintió el llamado al sacerdocio a sus 17 años.

La iglesia de Argentina vio transitar durante la tarde del lunes a jóvenes que leían cartas y misas de Francisco, alternadas con cánticos y oraciones para cumplir con el ruego del fallecido papa de rezar por él.

El papa «fue una bocanada de aire fresco que necesitaba la iglesia. Atrajo de nuevo a la juventud que está hoy acá y por la que tanto trabajó. El mundo lo va a extrañar», dijo a la AFP Sabrina Fernández, una docente y vecina de Flores de 50 años.

En una estación del metro, la misma que tomaba Bergoglio los domingos para visitar la Basílica, un cartel con su imagen recordaba su labor por los más desfavorecidos.

Tristeza en la catedral

En otro punto de la ciudad, en el centro de Buenos Aires, cientos de fieles visitaron la catedral desde la madrugada del lunes, cuando se conoció la noticia de su fallecimiento.

«Es muy fuerte porque se fue una persona que se ocupaba de los pobres y porque nos dejó solos. Va siempre a estar con nosotros», dijo entre lágrimas Juan José Roy, un jubilado de 66 años, a la AFP, al salir de la primera misa de la mañana, también oficiada por García Cuerva.

Allí el papa Francisco fue arzobispo hasta 2013, cuando asumió el papado. En la puerta del templo de estilo neoclásico, los fieles armaron un santuario improvisado con velas, mensajes e incluso banderas del club San Lorenzo, del cual Bergoglio era hincha.

Ana Aracama, una estudiante de 22 años, se acercó al templo con una camiseta del club. «Fui muchos años a la iglesia, me terminé alejando porque ser gay y estar en la iglesia es muy difícil, te hace replantearte constantemente por qué estás ahí. Francisco hizo que no me diera tanta vergüenza«, contó a la AFP.

Francisco «me volvió a permitir ser hija de Dios y no ser una pecadora que se iba al infierno por haber nacido un poco distinta», añadió Aracama.

Duelo nacional

Argentina tendrá siete días de duelo por la muerte de Francisco, quien como líder espiritual siempre puso a los excluidos en el centro de su discurso.

El presidente ultraliberal Javier Milei rindió tributo al papa, a quien había criticado duramente antes de asumir su mandato en 2023 por considerarlo de izquierda.

«A pesar de diferencias que hoy resultan menores«, escribió, haberlo conocido «en su bondad y sabiduría fue un verdadero honor».

También el astro argentino del fútbol, Lionel Messi, así como el club San Lorenzo, le rindieron homenaje. «Gracias por hacer del mundo un lugar mejor», escribió el futbolista en su Instagram.

Fieles de la parroquia Cristo Obrero recordaron a Bergoglio, que siempre frecuentó los barrios más humildes antes y durante su arzobispado, que comenzó en 1998.

La parroquia fue fundada por Carlos Mugica, referente del movimiento de curas villeros -como se conoce a los sacerdotes de vecindarios populares- en el Barrio 31 de Retiro.

«Sabemos del cariño que siempre nos ha tenido», dijo el padre Ignacio «Nacho» Bagattini, a cargo de la parroquia.

«El papa va a seguir haciendo lío desde arriba, así como Jesús lo sigue haciendo entre nosotros», añadió en su misa, frente a un gran mural de Francisco sosteniendo un mate, una infusión idiosincrásica en el cono sur.

El jesuita, primer papa latinoamericano de la historia, pasó 38 días hospitalizado por una grave neumonía y había sido dado de alta el 23 de marzo.

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