La etapa escolar de un niño requiere de atenciones especiales de parte de los padres, especialmente cuando se trata de la alimentación.
Durante sus años escolares, los estudiantes necesitan mantener una dieta balanceada que les aporte energía y potencie su rendimiento académico.
Para la nutricionista, Valeria Calderón “…Los padres de familia deben asegurarse de que los alimentos que consumen sus hijos sean ricos en vitaminas y minerales, y que estén siempre bien hidratados.”
Prepararlos para un buen rendimiento escolar
Agrega, además, que es importante que los menores cumplan con una rutina de alimentación con las 3 comidas importantes, y se sugiere de 1 a 2 snacks diarios.
Es importante tener en cuenta que la alimentación saludable se basa en un balance de consumo de 3 macronutrientes: carbohidratos, proteínas y grasas, explica Calderón.
Con el inicio de un nuevo año escolar en la región Costa y Galápagos la nutricionista detalla a continuación algunos alimentos que potencian el rendimiento escolar, y cómo los padres pueden incorporarlos en snacks fáciles de preparar en casa:
Agua
El cuerpo humano está compuesto en un 70% de agua, por lo que la hidratación es la base de una buena salud.
En el caso de los niños, cuya actividad física es incluso mayor que la de los adultos, el consumo de agua es clave, especialmente cuando de rendimiento académico se trata.
Según Calderón, “… Hay estudios que demuestran que la deshidratación, en casos extremos, puede llegar a afectar el rendimiento aritmético, la visión motora y la concentración.”
Frutas
Las frutas, fuentes de carbohidratos, son básicas en la dieta de los niños, no solo porque les aporta vitaminas, sino también energía.
Nuestro país tiene gran variedad de frutas, lo que representa una ventaja para los padres, pues tienen una amplia gama de la cual seleccionar de acuerdo a los gustos de sus hijos.
El guineo, por ejemplo, es una fuente de potasio y de vitaminas A, C y E. La manzana, por otro lado, contiene antioxidantes, beneficiosos para el cerebro porque ayudan a la concentración, y aporta mucha fibra, lo que facilita una buena digestión.
Cereales
Los cereales (como el arroz, el pan y las pastas) constituyen uno de los grupos de alimentos más potentes para el organismo, y por lo tanto, uno de los más importantes en la dieta, pues también son fuente de carbohidratos.
“En términos generales, los cereales son una excelente fuente de energía, que ayuda a los niños a mantenerse activos durante las horas de estudio”, señala Calderón.
Es incluso mejor si se opta por aquellos que son integrales, porque además de energía, aportan con fibra, lo cual ayuda a mantener una adecuada digestión, que a su vez influye directamente en la salud inmunológica y su rendimiento escolar.
Leche
La leche es una fuente de proteínas y grasas, convirtiéndose en un elemento esencial para el desarrollo y formación adecuada de músculos.
Asimismo, aporta calcio, importante para los niños durante esta etapa ya que aporta a su crecimiento y al desarrollo de huesos sanos.
También es un gran antioxidante, lo cual es recomendado para prevenir enfermedades neurológicas como el Parkinson o la Esclerosis.
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Para la nutricionista Calderón, “… En la medida en que podamos prevenir cualquier tipo de enfermedad a futuro para nuestros hijos, es mejor hacerlo, e incluir leche y productos lácteos en sus dietas diarias nos ayudará a lograrlo”.
Lo ideal es que los niños de 3 años de edad en adelante consuman 3 o 4 porciones de lácteos diariamente, y una de esas porciones puede ser un vaso de leche.
Fuente: Oriental®