Alemania pondrá en marcha un plan de seis semanas para permitir el regreso parcial de aficionados a los estadios de fútbol. La prueba implicaría una serie de restricciones tanto para los asistentes como para los escenarios deportivos.
En primer lugar, no se permitirá el ingreso a los estadios si la región en la que se encuentra supera un número estándar de casos positivos por coronavirus. Los espectadores estarán suficientemente espaciados en las tribunas, deberán respetar las distancias en los estadios y sus billetes serán nominativos.
Además, los aficionados de los clubes visitantes no serán admitidos y solo el 20% de los asientos podrán ser ocupados. El protocolo se podrá aplicar desde este viernes, con el lanzamiento de la nueva temporada (Bayern-Schalke), hasta finales de octubre.
Con esto, la liga alemana espera que a los partidos de clubes alemanes asistan cerca de 44.000 de media por partido y contribuir a la recuperación del negocio deportivo.
Fuente | Deutsche Welle