Alemania aprobó este miércoles un plan nacional para combatir las consecuencias sanitarias y económicas de la pandemia de coronavirus, un paquete «sin precedentes» para una crisis inédita.
El Bundestag (cámara baja alemana) respaldó de forma mayoritaria la propuesta del Ejecutivo, con un volumen total de unos 750.000 millones de euros (unos 812.000 millones de dólares), equivalente a casi el 22 % del producto interior bruto (PIB) de Alemania.
La actual crisis, «un reto para toda la humanidad», «no tiene precedentes para la República Federal de Alemania», aseguró ante el pleno el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, que intervino en sustitución de la canciller, Angela Merkel, que permanece en cuarentena por la pandemia.
El Gobierno alemán, prosiguió, está preparado para hacer «todo lo posible y todo lo necesario» para paliar sus efectos, aunque reconoció que en esta crisis «no hay un guión previo».
El paquete consta de un presupuesto suplementario para este año de 156.000 millones de euros (unos 169.000 millones de dólares) que incluye un fondo de rescate de hasta 50.000 millones (unos 54.000 millones de dólares) para autónomos y pequeñas empresas y 3.500 millones (unos 3.790 millones de dólares) para apoyo urgente al sistema sanitario.
La actualización de las cuentas públicas prevé una volumen de ayudas de 122.500 millones de euros (unos 133.000 millones de dólares) y una caída de la recaudación de 33.500 millones (unos 36.300 millones de dólares).
Esta revisión implica el abandono temporal de la regla constitucional del «freno de la deuda», uno de los estandartes de la política alemana durante la era Merkel tanto a nivel nacional como europeo.
El «freno de la deuda», que impide al Gobierno federal asumir deuda nueva por encima del 0,35 % del PIB, se suspendió también en este pleno con el respaldo mayoritario del Bundestag (465 votos a favor, 3 en contra y 55 abstenciones), siguiendo las previsiones constitucionales que contemplan este paso para ocasiones excepcionales.
El paquete aprobado incluye además la reactivación del Fondo de Estabilización creado en la crisis financiera 2008-2009, una herramienta financiera con una capacidad de pegada de 600.000 millones de euros (unos 650.000 millones de dólares).
Este mecanismo incluye un marco de garantías de 400.000 millones de euros (unos 433.000 millones de dólares) para facilitar a las empresas que se refinancien en el mercado de capitales y aseguren deudas y pasivos durante esta crisis.
También prevé medidas de recapitalización directa por 100.000 millones (unos 108.000 millones de dólares), para asegurar la solvencia de las empresas alemanas, mediante adquisición de participaciones e incluso nacionalizaciones temporales.
El Fondo de Estabilidad dispone además de otros 100.000 millones para que el banco público KfW pueda ejecutar su programa de créditos «sin límites» en apoyo del sector privado.
«Desplegamos este paraguas, por esta vía de urgencia, para asegurarnos de que los afectados reciban la ayuda que precisan antes del 1 de abril», apuntó el ministro de Economía, Peter Altmaier.
El paquete contaba asimismo con reformas legales para extender el subsidio de desempleo, ayudar a los inquilinos, facilitar la reducción de jornada con garantía de empleo y reforzar las capacidades de los hospitales alemanes.
ALEMANIA, «AL LADO DE SUS SOCIOS EUROPEOS»
Scholz tuvo además palabras para la UE. Indicó que «Alemania estará al lado de sus socios europeos» y apoyará «a los países más pobres» en la superación de las crisis económica y sanitaria generada por la pandemia de COVID-19. Varios estados alemanes han asumido contagiados de regiones desbordadas de Francia e Italia.
Scholz no se refirió al actual debate sobre los denominados «coronabonos», la propuesta para emitir deuda común de la UE durante la crisis que no genera consenso en el Gobierno alemán, pero se mostró favorable a activar el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).
El pleno se celebró entre medidas excepcionales, con una representación reducida de cada grupo parlamentario y una separación de metro y medio entre los diputados.
La canciller además no estuvo presente pese a la relevancia de la cita por encontrarse en cuarentena desde el domingo en su domicilio, tras conocer que una persona con la que tuvo contacto dio posteriormente positivo en un test por coronavirus.
El plan de choque esta navegando el proceso legislativo de forma inusualmente acelerada. Fue aprobado en un Consejo de Ministros extraordinario este lunes, este miércoles ha sido sancionado por el Bundestag y su evaluación final en el Bundesrat (cámara de representación territorial) tendrá lugar el viernes.
Alemania prevé una contracción del PIB similar a la de la crisis financiera, cuando el crecimiento de la mayor economía europea cayó un 5 %. Con más de 35.000 contagiados y 181 muertos, según la Universidad John Hopkins, Alemania es uno de los países más afectados por el coronavirus. EFE