Al menos 400 inmigrantes fueron desalojados de albergues clausurados en Nueva York debido a fallas en la seguridad contra incendios.
Los bomberos de la ciudad de Nueva York han cerrado obligatoriamente dos centros dedicados a albergar migrantes, la decisión se toma después de inspeccionarlos y determinar que no prestaban las garantías necesarias para prevenir cualquier situación de incendios.
Los migrantes fueron desalojados en buses escolares y la última familia usó un taxi privado donde embarcaron sus pertenencias y se marcharon sin especificar que destino tendrían en la ciudad.
Angela Darren, habitante de Staten Island, aseguró que «no tienen problemas en ayudar a la gente, pero aquí todas las noches a la 01:00 am provocaban escándalos públicos«. Esto llevó a que los ciudadanos organizaran varias protestas.
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Otro miembro de la comunidad señaló que como latinos sienten lo que sucede con sus allegados, pero que ellos tienen hijos que transitan por la zona que cada vez se pone más peligrosa.
En esta emergencia un grupo de indocumentados que se quedaron sin techo fueron reubicados en otros albergues. Las reglas en estos lugares se han puesto más estrictas. Por ejemplo, Andreina, migrante venezolana, se opuso a ceder el ascensor a una una de estas familias reubicadas y fue expulsada del albergue.
Los bomberos de Nueva York tienen en la lista de inspección a más albergues que podrían ser cerrados.
Autoridades también han tomado resoluciones drásticas para liberar espacios para nuevos indocumentados, por ejemplo reducir el tiempo máximo de estadía a 60 días para familias y 30 para solteros.