Por Karina Amaguaya
En la época festiva de diciembre se desarrollan expectativas por crear un ambiente familiar y de unión, similar a lo que se proyecta en redes sociales, pero es probable que eso no se logre. Especialistas señalan que esa expectativa fallida se ha convertido en una de las causas para que las personas desarrollen cuadros depresivos.
Verónica Vélez, psiquiatra del Hospital Especializado Julio Endara, sostiene que estas expectativas, sumadas a sentimientos de tristeza o pérdida, pueden desencadenar desenlaces dolorosos si no se brinda atención.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) refiere que en diciembre existe un incremento del 6% en los intentos suicidas y en los suicidios consumados en la población global.
La especialista Vélez explica que en este último mes las personas realizan un resumen de lo ocurrido a lo largo del año. Mientras en unos casos este recuento genera felicidad, en otros produce frustración, por no haber logrado algo.
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A eso se puede sumar a la tristeza, generada por la pérdida de algo o alguien, o por estar atravesando un duelo. Señala que eso también puede incidir para que una persona caiga en depresión blanca, una patología que todavía se encuentra en estudio, precisa Vélez. Su nombre se debe a la época en la que se produce, (Navidad y Fin de Año).
¿Cómo prevenir?
La especialista recomienda «vivir las festividades de la mano de la realidad de nuestras posibilidades». Se refiere a que es importante evitar la comparación con la vida de otras personas.
También sugiere reducir el consumo de redes sociales y «vivir el aquí, el ahora con los seres queridos». Acercarse a la familia, entender que no solo en esta fecha se debe buscar la unión, sino que se lo puede hacer durante todo el año, agrega.
Síntomas de la depresión
Vélez resalta la importancia de identificar a tiempo cuando una persona entra en cuadros depresivos, para brindar ayuda oportuna y evitar autolesiones.
Los principales síntomas de la depresión, explica la especialista, son las afectaciones en el sueño, es decir, que una persona duerme mucho o deja de dormir. También están los cambios en los hábitos alimenticios o dejar de hacer actividades que le generaban placer.
Si estos síntomas se unen al aislamiento, Vélez señala que se convertiría en un problema. «Si todo esto genera un sentimiento de pérdida de vida es cuando se debe direccionar a la ayuda de profesionales«, enfatiza.
Otras causas de la depresión son las enfermedades mentales previas, la soledad, abandono, pérdidas en el ámbito familiar, social o laboral o el contacto escaso con familiares.
¿Cómo ayudar?
Lo principal, según explica la especialista, es mantenerse alerta ante algún cambio, sea propio o de alguien cercano.
Si identifica a alguien con alguno de estos síntomas, lo primero es orientar a la persona a la búsqueda de ayuda profesional, de acuerdo a las necesidades. Si la persona no accede a los tratamientos, el arte de acompañar se convierte en algo esencial, dice la psiquiatra. Esto consiste en estar presente para la persona.
«No exactamente con palabras porque muchas veces no tenemos el conocimiento óptimo para saber qué decir, pero estar presentes para el momento que la persona decida buscar ayuda». precisa.
Como sociedad, dice la médica, se debería generar espacios que reflejen un ambiente solidario a personas que probablemente necesiten de ayuda.