La pandemia ha hecho que muchas familias permanezcan más tiempo en casa y muchas veces los padres no tienen el tiempo para monitorear permanentemente a los más pequeños. Aunque se pueden prevenir, estas situaciones ocurren con frecuencia y los niños son los más vulnerables: quemaduras, intoxicación y caídas son más comunes de lo que imaginamos y lo más grave es que dejan dolorosas secuelas tanto físicas como psicológicas para toda la vida: cicatrices, malformación e incluso, discapacidad. Dejar una olla con agua hirviendo en el suelo, olvidar monedas en cualquier lugar, no guardar las sustancias tóxicas y dejarlas al alcance de los pequeños, son algunos de los errores que cometemos en casa, esta es una alerta para que los padres tomemos conciencia que nuestro hogar no será un lugar seguro si no tomamos medidas de prevención frente a los accidentes en casa.