Un ritmo vibrante de sintetizador une las décadas y trae a ABBA al presente. “You look bewildered” (Pareces desconcertado) canta Agnetha Fältskog por encima del ritmo retro, “y te preguntas por qué estoy aquí”.
Bueno, pues sí.
ABBA está de vuelta con su primer álbum desde 1981. Aunque los escépticos podrán preguntarse por qué, los cuatro escandinavos septuagenarios dijeron por qué no, y “Voyage” (Capitol Records) no mancha su legado como creadores de éxitos mundiales.
La pieza más destacada, “Just a Notion”, llega a la mitad de las 10 canciones. Arranca con un acorde rítmico seguido de saxofones. Las cantantes alcanzan un registro más agudo y sus acordes de piano ayudan a que el arreglo florezca como una explosión de azúcar.
Lástima que este ritmo más acelerado es una excepción. Como la mayoría de quienes vivimos nuestros días dorados en la década de 1970, ABBA se ha vuelto más lento.
Las baladas predominan en “Voyage” y el estado de ánimo es principalmente melancólico mientras Fältskog y Anni-Frid Lyngstad cantan sobre relaciones, Navidad, libertad y una abeja. Son canciones más típicas de Broadway que de Eurovision, y el álbum entero tiene menos gancho que los dos minutos y medio de “Waterloo”.
A pesar de todo esto, Benny Andersson y Björn Ulvaeus siguen siendo unos maestros de la composición y los arreglos y las voces de Lyngstad y Fältskog – ahora con tonos más graves – siguen mezclándose de manera hermosa. Después de más de 40 años, es lindo romper el silencio.