La deserción escolar oscila entre el 1,7% y el 2,1% en Ecuador. Está por finalizar el verano del 2023 y en los semáforos de las calles de Quito se observa cómo niñas y niños acompañan a sus padres en actividades de comercio informal o indigencia.
Según el Ministerio de Educación, 38 238 niñas y niños no se han matriculado a el año escolar 2023-2024, en Sierra y Amazonía. La diferencia corresponde a deserción, puesto que los estudiantes constaban en la base de datos del período 2022-2023.
Las clases en el regímen Sierra-Amazonía se iniciaron la última semana de agosto del 2023. Padres de familia cuentan que su condición económica no les permite enviar a sus hijos a estudiar.
La falta de recursos, la migración y el trabajo infantil son precisamente los tres factores identificados por el Ministerio de Educación como las causas para que los niños no regresen a las aulas o no sean inscritos en los establecimientos educativos.
Según la viceministra de Educación, Diana Castellanos, «puede ser que hay una cifra mayor de personas que se graduaron frente a la población de 3 a 4 años, que son quienes ingresan al sistema educativo».
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Castellanos señala que esta cifra puede variar, pues aún están en período de matrículas extraordinarias. Sin embargo, la deserción escolar es una realidad y ha ido en aumento en el Ecuador.
La cifras muestran que en el año lectivo 2021-2022 el 2,11% de alumnos abandonó la escuela. En el año lectivo 2019-2020 la cifra fue de 1,73%.
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