Las estadísticas de asesinatos que religiosamente presentaba el Ministerio del Interior en su página web. Dejaron de actualizarse en septiembre pasado. Para entonces ya se veía venir que el 2022 sería el año más violento de la historia nacional.
El ministro del Interior, Juan Zapata, aseguró que la eliminación de esas cifras no fue deliberada y confirmó que, hasta el 28 de diciembre de 2022, se registraron 4.500 asesinatos en el país, pero no es un número definitivo e irá aumentado.
Esta cifra es escalofriante y eleva la tasa de homicidios a 25,32 por cada 100.000 habitantes. Nunca el país tuvo un registro tan alto. El año pasado cerró con una tasa de 14 crímenes por cada 100.000 habitantes. El peor año fue en 2010 cuando el índice subió a 17.
Posteriormente, Ecuador llegó a tener una tasa de 4,5 crímenes, que lo convirtió en el segundo país más seguro de la región. Este momento, solo Venezuela y Colombia son menos violentos que nosotros y casi empatamos a México.
14 estados de excepción
La experta en estudios estratégicos y de seguridad, María Fernanda Noboa, el Gobierno tomó un camino equivocado. «Se emitieron 14 estados de excepción que no dieron resultados». Esa estrategia hizo que pierda un tiempo valioso que fue usado por las bandas criminales para fortalecerse, porque «no hubo respuesta con fuerza» de las autoridades.
Ahora que las autoridades emprendieron con un plan específico de seguridad debe tomar en cuenta dos temas fundamentales. Según Noboa, uno es realizar una cartografía del tráfico de armas, que signifique cumplir un seguimiento de las rutas, mercados y uso de armas que llegan a poder de las bandas.
Otro, y el más importante, es cumplir con estudios psicológicos y culturales de las zonas más sensibles a este tipo de violencia. Noboa aseguró que vivimos una nueva gobernanza criminal, donde los organizaciones criminales quieren reemplazar al Estado bajo amenazas o con la promesa de dinero fácil.
En este escenario es fundamental trabajar con la ciudadanía, especialmente con los jóvenes, para conocer por qué son cooptados y de esta manera frenar esas causas.
Un cambio de estrategia
El ministro Zapata va con la misma línea comunicacional del Gobierno. Él sostuvo que el 86 por ciento de los asesinatos tiene relación con la lucha entre bandas del crimen organizado, que hay sulfurado por el combate del Gobierno contra sus operaciones.
Él aseguró que desde 2023 el país será testigo de un cambio de la estrategia de seguridad. Por ejemplo, se construirán 26 comandos policías de reacción inmediata.
Estos serán verdaderos ‘bunkers’ que estarán ubicados en barrios estratégicos de las provincias Esmeraldas, Manabí, Los Ríos, Santa Elena, Guayas, El Oro y en el Distrito Metropolitano de Quito. En estas siete jurisdicciones se concentran casi la totalidad de los crímenes, con un 85 por ciento.
Estas unidades podrán albergar a 200, 300 y hasta 400 policías que contarán con espacios equipos de movilización, de videovigilancia y de alertas; armas; chalecos antibalas y radios de comunicación. La idea es demostrar al crimen organizado que el Estado está listo para erradicarlo.
También se adquirirán equipos de seguimiento electrónico de última generación para realizar tareas de Inteligencia contra las bandas.
En marzo se graduarán 8.000 nuevos policías que estarán dirigidos a las provincias más sensibles a la inseguridad.
Las muertes por año
2021 | 2.496 |
2020 | 1.372 |
2019 | 1.187 |
2018 | 995 |
2017 | 970 |
2016 | 959 |
2015 | 1.050 |
2014 | 1.310 |
2013 | 1.725 |
2012 | 1.922 |
2011 | 2.334 |
2010 | 2.624 |
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