31 muertos y decenas de pacientes abandonados en una residencia de ancianos

En Canadá, las autoridades de la provincia de Quebec se encuentran investigando las condiciones precarias de una residencia de ancianos después de que descubrieran a 31 muertos y decenas de pacientes abandonados en el lugar.

Las autoridades encontraron a decenas de ancianos a los que nadie higieniza ni alimenta, personal de servicio que abandonó en masa sus tareas, un dueño con pasado delictivo y 31 muertos en pocas semanas.

La residencia Herron, en el suburbio de Dorval, se convirtió en el doloroso símbolo de los trágicos hechos que golpea a las casas de ancianos en el país.

El primer ministro de Quebec, François Legault, se refirió al caso como “horroroso” y señaló los acontecimeintos como una “gran negligencia”.

Además, ordenó múltiples investigaciones, en las que se incluyó a la policía criminal, luego de conocerse los detalles del caso en una investigación publicada por el periódico Montreal Gazette.

Según ese diario, los funcionarios de las entidades sanitarias gubernamentales que participaron del rescate encontraron en el lugar un escenario de desolación: pacientes que no habían recibido alimentación en días, pañales desbordados de excremento, y enfermos que habían tropezado y permanecían en el piso. Además, encontraron dos ancianos muertos en sus camas.

Por si fuera poco, la mayoría del personal del establecimiento dejó de ir a trabajar por miedo a contraer la COVID-19.

Al menos cinco de las 31 muertes en este centro se atribuyen directamente al virus, y el resto se encuentra bajo análisis.

Un demanda colectiva por “trato inhumano y degradante” en nombre de los 130 residentes del centro fue presentada ante la justicia, con un reclamo de indemnización de 5 millones de dólares canadienses, equivalentes a casi USD 3,6 millones.

El diario La Presse, de Montreal, reveló por su parte que el presidente del grupo propietario de Herron, Samir Chowiera, cumplió una pena de prisión por tráfico de drogas y fraude.

TESTIMONIO

Peter Wheeland, hijo de otra residente del asilo dijo: “El 7 de abril, a mi madre la dejaron en su silla de ruedas, con sus pañales sucios, por horas porque nadie respondía” a sus pedidos de ayuda.

Su madre, Connie, de 87 años tenía diarrea, uno de los síntomas del nuevo coronavirus. Después del descubrimiento, la anciana fue transferida a una hospital, donde un examen de coronavirus dio resultado positivo, y no regresará a Herron, donde paga una anualidad de aproximadamente USD 32 000 dólares.

ACCIONES DE LAS AUTORIDADES

Frente al escándalo generado por este caso, el primer ministro de Quebec instó a los médicos a «realizar el trabajo de los enfermeros» en este tipo de establecimientos, donde se estima que hacen falta unos 2 000 funcionarios.

Por su parte, el primer ministro Justin Trudeau anunció el envío de 125 funcionarios de salud del ejército para asistir a la provincia de Quebec durante esta crisis en las residencias de ancianos.