Concretar el traslado de los 100 reos que serán reubicados en La Roca, no tiene mayores complicaciones jurídicas. Según un experto en seguridad hay que definir sus perfiles criminales y niveles de peligrosidad antes de concretar el traslado.
En Ecuador existen 3 000 presos más de lo que el sistema carcelario puede abarcar. Sin embargo, la cárcel de La Roca ha permanecido vacía durante ocho años.
Ante la crisis carcelaria, se anunció el traslado de 100 reos de alta peligrosidad a este centro penitenciario. Pero, según las autoridades, esta acción no será tan fácil de cumplir, pues varios reos tiene habeas corpus, situación que han detenido en otras ocasiones sus traslados.
El penalista Pablo Encalada sostiene que en el contexto actual trasladarlos jurídicamente no es complicado, pues asegura que esta decisión no se va interrumpir por una barrera jurídica.
«La emergencia es tan grande que el director del SNAI no debería detenerse a hacer este tipo de análisis (…) Tomar decisiones respecto de traslados administrativos, incluso bajo el temor de que más adelante se puedan proponer habeas corpus, es una posición que debe hacérsela y que yo espero que los jueces tampoco decidan en contra», explica Encalada.
Mientras que en la parte técnica, lo que corresponde a seguridad, si hay complicaciones que deben ser tomadas en cuenta. Entre ellas, la reacción de las bandas criminales por los traslados.
Raúl Hidalgo dice que antes de organizar los traslados debería existir un perfil criminal serio de cada reo. «Debe haber algún algún informe que se tome sobre su pasado judicial o delictivo porque realmente son unas personas que deben permanecer incomunicadas y deben ser aislados completamente»señala.
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