1 900 dosis de la vacuna contra el COVID-19 desarrollada por la farmacéutica Moderna fueron ‘destruidas’ por una falla ‘provocada’ en el sistema de refrigeración.
Las dosis de la vacuna estaban almacenadas en un complejo médico de Boston, Massachusetts, Estados Unidos, en el que el personal médico se dio cuenta que el aparato de refrigeración dejó de funcionar y cuando examinaron lo sucedido vieron que el cable estaba desconectado del tomacorriente.
Ahora apuntan la responsabilidad a uno de los trabajadores de limpieza del lugar que habría sido quien movió el cable accidentalmente cuando realizaba sus labores y así dejó sin fuente de energía al sistema de refrigeración necesario para las dosis de la vacuna que estarían comprometidas en cuanto a su uso y su eficacia, según el experto en asuntos públicos del centro médico, Kyle Toto.
«En palabras de Toto, el refrigerador en cuestión está equipado con un sistema de alarma, por lo que se investigará la razón por la cual este no se activó durante el incidente», publica el portal de noticias RT.
El mismo Toto dijo que el centro médico está listo para recibir una reposición de las dosis de vacuna, pues las que pasaron horas fuera del rango de temperatura recomendado ya no se podrían usar.
Esto en medio de una tensa situación en la que países que no tienen los sufrientes recursos claman por conseguir dosis de cualquier vacuna contra el COVID-19 para poder hacer frente a los estragos que la pandemia causa.
En Ecuador llegaron 8 000 dosis de la vacuna de Pfizer y empezó una fase de vacunación, pero apenas en marzo será cuando el proceso masivo de inoculación a la población se desarrolle, según lo expuesto por las autoridades de salud y del Gobierno del país.